Estas dos noches de verano han sido fresquitas y oscuras. He
soñado con dos personas que, de manera inesperada, han reaparecido en mi vida. La primera, me llamó al día siguiente del sueño. La segunda, acaba de llegar a Palma pocas horas después de que saliera en mis cinematógrafos ocultos.
Con las coincidencias pasa una cosa extraña. La mayoría de las veces no son significativas. Parecen señalar algo, pero o no lo entiendes o realmente no indican más que la conjunción del azar. Porque no tienen trascendencia posterior.
Con una persona me alegro de haber soñado.
A la otra la detesto.
1 comentario:
DESDE EL UMBRAL DE UN SUEÑO....
Desde el umbral de un sueño me llamaron...
Era la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?....
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre....Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Antonio Machado Ruiz
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