Empleamos injustamente la expresión "tienes el corazón de piedra". La piedra es en cierto modo corazón.
Hoy he hecho algo simbólico, importante para mí. Muy satisfactorio.
Acabando de montar las vitrinas del centro de interpretación de Son Real, faltaba por llenar una vitrina sobre el papel de la piedra en la prehistoria.
Me pasé una buena hora paseando por la finca, buscando la piedra exacta. Y la encontré, moteada de líquen, con rugosidades y grietas. Incluso parece que le hubiesen grabado una línea.
Sacarla de un "claper" lleno de hierbajos y garrapatas, para llevarla directamente a una vitrina.
Pasar del olvido y el silencio a un lugar de privilegio.
Lo sabía. Porque nada más colocarla, se llenó de belleza y sentido.
Habló de todas las cosas de las que sabía iba a hablar.
Es lo más bonito que puedes hacer en esta pequeña vida de humano contingente.
Reconocer el corazón de lo olvidado.
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