Poco podíamos sospechar Rafel Ferrer y yo en 1988 que nuestro enloquecido proyecto de Mallorcatur, al que Toni Miranda le puso consistencia musical, tardaría veinte años en llegar a un escenario. La noche del pasado viernes 23 se cumplió uno de esos extraños ciclos históricos. Y de repente, todos los que habíamos discurrido por caminos tan separados durante tanto tiempo, nos juntamos en un punto para revisitar las canciones de aquel disco. Con la presencia además de Miquela Lladó y Miquel Ferrà. Fue un lujo.
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