
Una de las cosas que más ilusión me ha hecho ha sido tener un pick-up.
Es un tocata barato, de esos de brazo de plástico. Que suena a pote. Con ese maravilloso crik-crik de fondo.
Me recuerda tanto al tocadiscos a pilas que tenía en los 60...
Es curioso como los grandes avances de la alta fidelidad han llegado a la estratosfera. Pero cada día volvemos a músicas más simples: el mp3, las músicas bajadas de internet... Incluso los vinilos.
Lo importante no es la calidad de la reproducción. Sino el alma de la canción.
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