domingo, 24 de mayo de 2009

COMO TE MIRAN LOS MUERTOS


Estos días he paseado en varias ocasiones por el cementerio de Palma. Tiene una parte decimonónica, muy abigarrada y casi peligrosa, puedes caer en cualquier tumba. Y otra de principios del XX con bonitos panteones, ángeles y conjuntos escultóricos. El columbario es muy moderno y con una estética que me atrevería a definir de "deportiva". Armaritos como taquillas con las urnas cinerarias y algunos objetos personales. Como Guillem d'Efak, al que le han dejado su paquete de tabaco rubio.

Allí encontré este esmalte que me dejó impresionado. Una bella mujer, una difunta, con una mirada tan penetrante y misteriosa que te llega al fondo del alma.

La mayoría de los esmaltes y fotografías mortuorias presentan a gente ensimismada, que se ha quedado en su mundo. Muy lejos. Ausentes. Muertos.

Pero a veces, como con esta hermosa dama de ojos negros, parece que se hicieron la foto para mirarnos becquerianamente desde el más allá. Están vivos. Nos hablan con la poesía de las sombras.

1 comentario:

M. A. Moyà dijo...

'Cuando alguien muere, cambian los retratos'(Anna Ajmátova)