miércoles, 23 de septiembre de 2009

LOS 25 AÑOS DEL TEATRE SANS




Los teatros, como los barcos, son cosas vivas. Tienen su alma en algún lado. Te son propicios o antipáticos. Y estableces con ellos una relación sentimental que va más allá del propio acontecer escénico. Muchas veces vas a un teatro no tanto por la obra sino por el propio teatro. Es su magia, su vibración.


Esto es lo que pasa con el Teatre Sans, que este viernes día 25 cumple su 25 aniversario. He tocado varias veces en ese lugar, he grabado espacios de televisión, y siempre me he sentido cómodo, acogido, correspondido. Con sus extraños vericuetos, sus camerinos de película de terror, sus ruidos inexplicables cuando estás solo probando luces, sus sombras, sus recuerdos del casino republicano. Es una maravilla, y eso se contagia también a la gente que lo lleva adelante.

Hace años, se puso de moda la etiqueta de "lugares con encanto". Yo la cambiaría por "lugares con alma".


Y el Sans es uno de ellos.

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