Sábado y domingo llevamos a cabo unos paseos por el cementerio, con la organización de ARCA. Es una manera de entrar en esa "ciudad paralela" de los muertos. Y la experiencia te enseña que la gente queda asombrada e interesada por lo que descubre.
Probablemente en el mes de enero vuelva a repetirse la iniciativa.
Qué pena que muchos monumentos estén en un estado de conservación lamentable y que no haya ni un inventario patrimonial ni una mínima señalética.
El cementerio podría ser una visita cultural de primer orden. Y esas experiencias lo demuestran.
La foto es de mi amigo Benet Bohigas.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo.
Estoy leyendo el libro que has escrito sobre el cementerio de Palma: muy interesante.
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