jueves, 25 de febrero de 2010

ALL YOU NEED IS LOVE




Cuando escuchaba a finales de los 60 aquello de "All You Need is Love" sólo entendía el "Fuck for the Peace" y cosas así. Pero conforme pasan los años, voy comprendiendo la gran verdad de esa máxima. Pero no tanto referida al amor físico, sino al amor y afecto por las cosas y las personas.

En este momento histórico, me parece una divisa decisiva, importantísima. Porque a la hora de juzgar esos desastres políticos y económicos que nos asolan, te preguntas: ¿quién actúa por amor? Nadie.

Lo vomitivo de la actuación de tantos políticos es que el resultado de su acción no expresa ningún afecto por el destino de su tierra, por los problemas de sus ciudadanos, por el futuro de sus niños, por la integridad de su paisaje. Nada. Sólo un egoismo ciego, cuando no ambición, venganza, prepotencia. Pero amor, ni gota. Y eso, en una persona que ejerce un cargo público, debería de ser primordial.

A la hora de la verdad, el mundo se divide entre los que actúan por amor hacia las cosas, y los otros. A los que conocemos de sobra.

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