En 1973, un viaje a Ibiza cambió mi vida. Y uno de los factores fue ver desde la barca "Tanit" en ruta a Formentera la silueta de Es Vedrà. Una montaña que sin concoerla había soñado dos años antes cuando escribí un guión llamado "Hyemis". De todo ello hablaré este viernes 25 en Sant Josep. Será un placer y un honor estar otra vez en Ibiza.
Hace unos años, con motivo de un reportaje, asistimos a los
ensayos de los “dimonis d’Artà”. Fue una experiencia emocionante, que transmitía
mucho más que fiesta y diversión. Era un auténtico mensaje telúrico, lleno de
fuerza y a su manera también poesía. Además, Xisco Mosca que es el Dimoni Gros
me pareció una persona interesante y entrañable. El jueves tendremos el honor
de tenerlo con nosotros en el Garridiario. ¡Todo un honor!
Como contrapunto, la bella y dulce Mariona Cerdó estrenará
un tema que ha compuesto expresamente para el espectáculo, y que trata sobre el
15-M. Y participará el desternillante Xavi Canyelles con dos sketches: “Administració
a la mallorquina” y “No-do d’un viatge a Suissa”. Contaremos también con la
presencia del gran batería y percusionista Mané Capilla, que también hace de “dimoni”
de vez en cuando”.
Marta Cabrero pondrá su voz y su presencia como auténtico
elemento vertebrador del evento. Adrinalina hará sus trucos. Y yo cantaré
algunas canciones.
Este jueves sigue el Garridiario con un invitado muy especial: L.A. o Luis Segura, con quien inauguraremos un nuevo formato. El "Guitar talking". Es decir, combinar la conversación con el dueto de guitarras.
José María Nadal Suau hará una crónica oral sobre la decadencia del cine en Palma.
Xavi Canyelles nos presentará dos situaciones divertidas: las hazañas del doctor Rajoy, y la visita de Matas a una pitonisa.
Marta Cabrero leerá poemas irreverentes de la Grecia clásica, que lo eran.
Adrinalina seguirá con sus trucos de magia.
Y se montará de nuevo el cabaret en el teatre Sans.
Después de su estreno en octubre del año pasado, los dos "Monòlegs de la Història" que se han venido representando en centros de enseñanza se presentan ahora en el Teatre Sans.
"George Sand: El meu hivern a Mallorca", con una sorprendente Laura Dalmau; y "Yo, Odiseo" a cargo de Rodo Gener.
Cada una de las piezas se representa en un espacio distinto.
La cita es este fin de semana: días 11 y 12, a las 20'30 en el Teatre Sans.
Estuve en Ca na Palleva el mismo día en que lo visitaba
Gaspar Llamazares. Había mucha gente, el movimiento antiautopistas de Ibiza se
encontraba en su momento álgido. Guardia civil vigilando las obras, y unas
maquinotas negras y resoplantes a lo lejos.
El entonces líder de IU llegó en un coche, con todo un séquito.
Bajó a toda prisa, atendió las explicaciones de algunos de los asistentes. Miró
a un lado y a otro y luego soltó un discursito de circunstancias.
Entonces, na Margalida de Ca na Palleva salió del
"porxu" con una sonrisa y le entregó a Llamazares una camiseta de los
antiautopistas. Lo hizo con un amago de vergüenza y una sonrisa payesa. Con
afabilidad y sencillez. Yo entendí perfectamente el gesto. Para ella, era una
manera de agradecer a alguien que venía de tan lejos su apoyo a la causa, a la
defensa de aquella casa donde ella y sus hijos vivían y que estaba a punto de
desaparecer. Porque la defensa de Ca na Palleva fue sobre todo sentimental.
Pero Llamazares puso una cara de extrañeza, como si no
supiera muy bien qué hacer. Se puso frente a los periodistas con la camiseta en
la mano. Para luego volver al coche y salir a toda velocidad.
Na Margalida de Ca na Palleva era una mujer ibicenca de la
cabeza a los pies. Esas mujeres dulces, payesas, maternales. Con rasgos anchos
y unas manos gruesas, talladas por el trabajo. He conocido bastantes mujeres
como ella. Y me sugieren la imagen del campo ibicenco, lleno de gente emotiva y
sentimental. A los que les basta poco para sacar las lágrimas. Gente tallada de
una sola pieza. Como ella.
El recuerdo de na Margalida me impulsó a escribir la canción
Ca na Palleva. Que he tocado por todas las Islas, orgulloso de pregonar aquella
lucha que aunque no acabó bien dejó un testimonio que la historia sabrá
apreciar. Ahora me he enterado de su muerte. Y lo lamento. Porque mujeres como
ella son cada día más difíciles de encontrar en el mundo en que vivimos.
