Contrariamente a lo que se dice, mirar las nubes no es una forma de perder el tiempo.
Son la enciclopedia de los grandes destinos.
Horas y horas, se figuran y desfiguran.
Aprendes tantas cosas desde allá abajo.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
¡Tienes razón, profesor! Desde hace un mes vivo tocando el cielo. Dejé mallorca y me marché a las montañas. Tengo la suerte de tener una habitación totalmente acristalada con vistas a la bóveda celeste. Un asiento de primera clase hacia un viaje que siempre me sorprende. Nunca cierro las persianas.¿Acaso podría yo vivir ya sin interpretarlas? No lo creo.
1 comentario:
¡Tienes razón, profesor! Desde hace un mes vivo tocando el cielo. Dejé mallorca y me marché a las montañas. Tengo la suerte de tener una habitación totalmente acristalada con vistas a la bóveda celeste. Un asiento de primera clase hacia un viaje que siempre me sorprende. Nunca cierro las persianas.¿Acaso podría yo vivir ya sin interpretarlas? No lo creo.
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