domingo, 10 de febrero de 2008

PAISAJE DE TEJAS


A veces me subo a la terraza. Pero no tanto para ver el cielo. Para admirar las tejas.

Es una maravilla de descomposición de colores a partir sólo de uno o dos tonos.

Diagonales que se cruzan, puntos de fuga.

Al final, te sientes por dentro como uno de esos paisajes de tejas. Algunas rotas, otras nuevas, otras con el líquen amarillo de los años.

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