Para la primavera del año que viene espero tener acabado un proyecto que llevo en mente desde hace muchos años. Un homenaje a Georges Brassens, que ejerció como mi padre espiritual y hoy es casi desconocido en estos lares.
Brassens, con su rebeldía, su acidez, su poesía, su cultura y su inteligencia, es todo un revulsivo para este mundo de mutantes que nos ha tocado vivir.
1 comentario:
Yo también tengo tumbas en abundancia y sepulturas a discrección. ¡Buena canción!
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