Por ejemplo, el Palacio de las Rosas (Ksar Ibn Wardan). Un palacio edificado por Justiniano en pleno desierto, para un miembro de la familia imperial que fue desterrado a ese remoto lugar. Tal vez fue obra del mismo Isidoro, el arquitecto que restauró Santa Sofía después del terremoto.
Está edificado con obra de ladrillos, capiteles de mármol de Mármara labrados en Constantinopla. Los aposentos están distribuidos alrededor de patios con galerías, y las salas estaban cubiertas con sistemas de bóvedas.
Lujo en medio de la Nada. Escenario para un cuento oriental.
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