martes, 25 de octubre de 2011

DE LA LIBRETA AZUL

CHAFLANES

Oh, y cómo se desfibran los visillos
tibios, languecinos,
transidos de dedos luminosos
aletean.

Y yo soy
un hueco convexista,
vahado en esta luminaria de recuerdos
ausentes.
Oh místicos chaflanes.
Oh místicos chaflanes.

NOTAS

- El hotel de las sábanas radiantes.

- Salen todos alarmados. ¡El cocinero se ha cortado un dedo! Miro con repugnancia mi plato de escalopines.

- De noche los trayectos son discontínuos, sobresaltados.

- El anonimador solitario.

- El sueño es una colada de la mente: hay de todo.

- Cada vez que mi perro me mira fijamente pienso que es un señor con barba al que trato como a un niño.

- Las nubes cuando se reflejan en un mar en calma proyectan una sombra blanca.

- Una isla geómetra.

- Hay una determinada clase de tiempo, de transcurrir el tiempo, que se deshace en tu boca como un caramelo.

- La memoria de la niñez no es de cosas ni de personajes sino de materias.

- Un negocio imposible. Cines sin películas. Sólo gente sentada en silencio. Pensaderías.

- Otro negocio fatal: tienda de alquiler de piedras.

- Viento de gaviota loca.

- Cáscara de erizo: perfección futil.

- La vida tiene mucha costra y poca miga. Escribir es una de las pocas maneras de encontrar la miga.

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