PRESENTACIONES DE "LES VEUS DE LA NIT" EN IBIZA

"LA GUITARRA PLATÓNICA", ESTE SÁBADO EN BABEL

A principios de los 60, era un adolescente inseguro y granudo. Como a tantos otros de mi generación, la música de los Beatles nos cambió la vida.

No sólo fue una cuestión musical. Era una nueva forma de sentir las cosas. Una rebeldía en las formas y en el fondo. Una ruptura con el mundo de nuestros padres y sus valores.

Afortunadamente, la guitarra nos ha seguido acompañando. Ahora puedo recordar todo un viaje generacional: desde los primeros discos de los Beatles, Kinks y Animals. El rock and roll. Los mods y los rockers. Lo hippy. Porros y ácidos. La canción protesta....

De todo este viaje trata “La guitarra platónica”. Un monólogo musical, también publicado en forma de libro por Documenta.

Este sábado día 20 los amigos de la Biblioteca de Babel me dejan representarlo en su bonito local. Será a partir de las 20 horas.

"LES VEUS DE LA NIT"

“Les veus de la nit” es un cd de presentación de las visitas nocturnas a diferentes espacios de Mallorca. En cada uno de ellos, Mariona Forteza canta una canción compuesta especialmente para el lugar. El cd contiene cinco de esos temas.

- “Temple de l’electricitat” está pensado para un espectáculo en preparación dedicado a Josep Ferragut, el arquitecto que diseñó el edificio de GESA y la iglesia de la Porciúncula.

- “El diluvi de 1403” hace referencia a una catástrofe natural que asoló la Palma del siglo XV, produciendo la muerte de cinco mil personas. Está compuesto para ser interpretado junto al osario donde reposan la mayoría de aquellas víctimas, en la Seo de Mallorca.

- “La llegenda de l’ametler” recrea una de las leyendas que ha generado el imaginario relativo a los castillos medievales. El amor imposible entre una princesa sarracena y un prisionero cristiano. Es el tema que corresponde a la visita nocturna a Bellver.

- “Talaiots” constituye una reflexión sobre el significado de esos antiguos monumentos de piedra. Testimonios de otras épocas y otras generaciones. Será el tema a interpretar en la visita nocturna al yacimiento arqueológico de Son Real (Santa Margalida).

- “Quan jo mori” musica un célebre poema de Christina Georgina Rossetti, sobre la muerte y el recuerdo. Es la canción que suena durante el tramo final de las visitas al cementerio de Palma.

Todas las canciones están interpretadas por Mariona Forteza, que se acompaña a la guitarra. En segundo plano figura mi discreta guitarra eléctrica.

“Les veus de la nit” se presentó oficialmente en el Espai Xocolat de Palma. Y a finales de este mes de abril se representará en tres locales de Ibiza: Es Polvorí, Es Cantó de Sant Antoni y Can Jordi de Sant Josep.

El cd está disponible en Xocolat.

VISITAS NOCTURNAS AL CASTILLO DE BELLVER

 

El viernes 19 comienzan las visitas de "LES VEUS DE BELLVER". Un itinerario nocturno a través de las estancias y la historia del castillo.

 Para poder seguir el itinerario hay que inscribirse previamente. El día 19 ya está completo, pero se llevarán a cabo nuevas visitas los días 10 y 24 de mayo, así como el 7 de junio.

 Para realizar reservas, hay que llamar al teléfono 971735065. O escribir al mail: "castelldebellver@palma.es".  El precio de la entrada son 10 euros.

  

Las visitas cuentan con la presencia de Rodo Gener como narrador, quien da voz a diferentes personajes que estuvieron de una forma u otra relacionados con la historia de la fortaleza.

 La ambientación musical corre a cargo de Toni Miranda y Mariona Forteza.

 Los efectos de iluminación son obra de Dominic Hull, Miquel Marqués y Adrià Ferrà.

 Los visitantes tendrán como guía a Carlos Garrido, director del espectáculo. El guión ha sido escrito por Mariona Forteza.

 El ciclo "Les veus de la nit", del que estas visitas forman parte, es una producción de Abril Cultura. Cuenta con la colaboración especial del Ajuntament de Palma.

LA ESCALERA EN EL BALCÓN

El año 1975, pasé un período del servicio militar en Palma. Recuerdo a un teniente, que había servido con los Regulares, especialmente afable. Cuando tenía guardia se paseaba con chilaba y si saludaba a sus superiores les decía: “A ses seves ordres”. Algo insólito en la España del tardofranquismo.

Un día, tomando un café en la cantina, se ofreció para acompañarme al día siguiente hasta el cuartel. “Reconocerás mi casa enseguida: tengo una escalera colgada en el balcón”.

Efectivamente, en un sencillo bloque de pisos que hacía esquina, te fijabas enseguida en aquella escalera colocada en la pared, bien visible, como si fuese una escultura dadaísta. Desde entonces, siempre que paso por delante de ese enclave me sorprende ver todavía la escalera. Exactamente igual que en aquel año de 1975. Y a saber cuánto tiempo llevaba ya allí.

En la mitología personal de cada uno, algunas imágenes acaban por convertirse en símbolos. El mundo cambia tan rápido, la gente mayor que conoces muere, los niños de repente son adultos, donde había un campo hay ahora un barrio de casas, se te olvidan las cosas, pierdes la pista de los amigos. Es como el río de Heráclito, que siempre cambia aun siendo el mismo río.

Por eso, esos jalones intemporales van tomando una importancia insospechada. La escalera de mano en la pared sigue allí. Ha contemplado el cambio acelerado de la barriada. Me vio cuando era un jovenzuelo vestido de militar y me ve ahora, hecho un paseante otoñal. Pero ella continua exactamente igual. Como una señal de la pervivencia de ciertas cosas.

Cada vez la contemplo con más nostalgia y simpatía. Hasta el punto de que, hace poco, decidí colgar también mi escalera de mano en el patio abierto. Como si fuera una contraseña secreta en la lucha por que el tiempo no se te lleve.