viernes, 2 de diciembre de 2016

LA VOZ QUE REGÍA LAS MAREJADAS




 Uno, humildemente, tiene sus manías. Entre ellas se encuentra el gusto por los viajes marítimos. Cuando vives en una isla y viajas en barco acabas por juntar más horas de travesía que un marino de primera. Y el mundo del mar se convierte en tu cotidianidad.

  Ahora es fácil prever el tiempo marítimo. Hay numerosas páginas web, servicios con mapas, modelos y predicciones a largo término. Pero durante muchos años, sólo contabas con los partes del servicio meteorológico. Llamabas a un teléfono, y escuchabas una cinta donde se desgranaban las diferentes áreas y sus previsiones: "Baleares, Este fuerza 3 A 4: marejadilla a marejada; Cabrera, Sudeste fuerza 4 a 5, fuerte marejada con mar de fondo del Este; León, Norte fuerza 8: mar gruesa..."

  Recuerdo perfectamente el ensalmo de aquellos diagnósticos, dictados por una voz recia y firme de mujer. Cuántas veces, devorado por la duda de si convenía o no embarcar, escuchaba aquella grabación una y otra vez. Como si se tratase de una amiga que te iba dando consejos sobre lo que te podía esperar más allá de Sa Dragonera.

   Era como un oráculo omnisciente, capaz de adivinar el mar que habría en el Estrecho, Alborán, Cerdeña... Como una invitación al viaje sin salir de casa. Aquel parte leído, con todas sus limitaciones, representaba una auténtica obra de arte porque estimulaba sobre todo tu imaginación. Y cuando te decidías a viajar y el tiempo era bueno, te decías con satisfacción: "La voz del parte nunca se equivoca".

  Después de tantos años y tantos partes, el lector puede comprender la emoción que sentí al conocer un día sin esperarlo a la dueña de aquella voz. Cuando me presentaron a María Victoria y la escuché hablar, fue como un viaje remoto a todos mis recuerdos. Todas mis travesías del pasado.

  La voz que regía las marejadas.

2 comentarios:

juanjoalomar dijo...


Encara recordo el to de la veu del locutor del ' Diario hablado ' de Radio Nacional. A l'enorme aparato de baquelita, que també sintonitzava la ' Onda Corta ' i ' Onda Costera ', amb els noms de les capitals europees a l'abast d'una agulla que transitava el dial. El remor de nits pasades cercant estacions inaudibles conté una dolça atmosfera de quietud. L'ensomni d'una veu es com un far per als insomnes. Un dels pocs moments, i llocs, on pots trobar encara aquest temps detingut és quan estàs viatjant amb un vaixell de línia.

Mariví García-Moya dijo...

Muchas gracias Carlos por recordar aquellos años. Es verdad que se ha mejorado mucho pero aquella información marítima del Mediterráneo, que hacíamos entonces desde Palma,era pionera y así se nos reconoció en numerosas ocasiones. Un cordial saludo. María Victoria.