Uno,
humildemente, tiene sus manías. Entre ellas se encuentra el gusto por los
viajes marítimos. Cuando vives en una isla y viajas en barco acabas por juntar
más horas de travesía que un marino de primera. Y el mundo del mar se convierte
en tu cotidianidad.
Ahora es fácil
prever el tiempo marítimo. Hay numerosas páginas web, servicios con mapas,
modelos y predicciones a largo término. Pero durante muchos años, sólo contabas
con los partes del servicio meteorológico. Llamabas a un teléfono, y escuchabas
una cinta donde se desgranaban las diferentes áreas y sus previsiones:
"Baleares, Este fuerza 3 A 4: marejadilla a marejada; Cabrera, Sudeste fuerza 4 a 5, fuerte marejada con mar de
fondo del Este; León, Norte fuerza 8: mar gruesa..."
Recuerdo perfectamente el ensalmo de
aquellos diagnósticos, dictados por una voz recia y firme de mujer. Cuántas
veces, devorado por la duda de si convenía o no embarcar, escuchaba aquella
grabación una y otra vez. Como si se tratase de una amiga que te iba dando
consejos sobre lo que te podía esperar más allá de Sa Dragonera.
Era como
un oráculo omnisciente, capaz de adivinar el mar que habría en el Estrecho,
Alborán, Cerdeña... Como una invitación al viaje sin salir de casa. Aquel parte
leído, con todas sus limitaciones, representaba una auténtica obra de arte
porque estimulaba sobre todo tu imaginación. Y cuando te decidías a viajar y el
tiempo era bueno, te decías con satisfacción: "La voz del parte nunca se
equivoca".
Después de
tantos años y tantos partes, el lector puede comprender la emoción que sentí al
conocer un día sin esperarlo a la dueña de aquella voz. Cuando me presentaron a
María Victoria y la escuché hablar, fue como un viaje remoto a todos mis
recuerdos. Todas mis travesías del pasado.
La voz que
regía las marejadas.
2 comentarios:
Encara recordo el to de la veu del locutor del ' Diario hablado ' de Radio Nacional. A l'enorme aparato de baquelita, que també sintonitzava la ' Onda Corta ' i ' Onda Costera ', amb els noms de les capitals europees a l'abast d'una agulla que transitava el dial. El remor de nits pasades cercant estacions inaudibles conté una dolça atmosfera de quietud. L'ensomni d'una veu es com un far per als insomnes. Un dels pocs moments, i llocs, on pots trobar encara aquest temps detingut és quan estàs viatjant amb un vaixell de línia.
Muchas gracias Carlos por recordar aquellos años. Es verdad que se ha mejorado mucho pero aquella información marítima del Mediterráneo, que hacíamos entonces desde Palma,era pionera y así se nos reconoció en numerosas ocasiones. Un cordial saludo. María Victoria.
Publicar un comentario