viernes, 31 de julio de 2009

LA VERDAD OSCURA




La verdad, entendida como aquello que puede resultar actuante y constatable, no es un bloque de mármol pulido. Se parece más bien a una piedra oscura, con sus aristas y recovecos. Con cristales de cuarzo sí, pero también oculta por depósitos terrosos.

Siempre me ha interesado lo irracional, aquello que se escapa del concepto reductivo de la realidad. Entre muchos otros temas, me fijé en la tesis espírita. Conocí a unos pocos mediums y siempre tuve una sensación ambigua. No podía creer directamente en sus trances y personajes ultratúmbicos. No sentía el hálito de una realidad distinta en sus palabras. Pero al mismo tiempo había algo incomprensible de verdad en sus representaciones.

A principios de los 80, el vidente Joan Comas era muy conocido no sólo en Mallorca, sino en todo el país. Eran los tiempos del programa de Jiménez del Oso y el descubrimento masivo de la "dimensión oculta". Comas era un hombre corpulento, de aspecto saludable, siempre con unas gafas oscuras y gestos comedidos. Era fácil cruzarse con él por la calle.

El 30 de noviembre de 1983 se atrevió a llevar a cabo una experiencia insólita: una sesión de espiritismo retransmitida en directo por la radio. Tuve la oportunidad de asistir a ella para escribir un reportaje. Comas llegó con su ayudante y ya preparó a los presentes para lo que podía ocurrir. Tenía varios "espíritus" que acudían a su llamada. Entre ellos uno un poco "mariquita" llamado Rafi.

Cuando empezó, cerraba los ojos con esfuerzo. Los radioyentes hacían preguntas estrambólicas. Y Comas, entre retorcimientos y cambios de voz, respondía con afirmaciones muchas veces peregrinas.

Jesús Tomás Benito, que oficiaba de presentador, intervino un momento para aclarar: "Nos dicen que todos los perros de los alrededores de la emisora están aullando".

Una de las intervenciones de descarnados correspondía a un tal "mestre Jaume" de sa Pobla. Se le empezó a preguntar por gente desaparecida, por la suerte de ciertos difuntos. Y uno de los presentes dijo con atrevimiento: "¿Quién de los aquí presentes morirá primero?" Se hizo un silencio incómodo y un poco gélido. Creas o no, a nadie le gusta que le anuncien estas cuitas. Lagarto, lagarto.

Comas, o "mestre Jaume de sa Pobla", se lo pensó un instante. Y luego dijo: "Joan Comas".

Toda esta historia me había caído en el olvido. Pero paseando por el cementerio de Palma, hallé la lápida de Comas. Murió el año 1988. Busqué por internet y hallé un fragmento del libro "Tratado de espiritismo" con la biografía de Comas.

http://books.google.es/books?id=Z049G5I-YZQC&pg=PA119&lpg=PA119&dq=juan+comas+1988+espiritismo&source=bl&ots=jadRzN3dZ4&sig=dAH0C-wdRn6mZfJdMRm1rObIwfo&hl=es&ei=uK5ySsyNBIGQjAeR5-inBg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1#v=onepage&q=juan%20comas%201988%20espiritismo&f=false

Allí cuenta que el médium intercambió su vida por otra y cita la sesión de Radio Mallorca, pero situándola en 1987. En ese caso el anuncio de Comas revelando su propia muerte adquiría un tinte espectacular.

Pero aunque no fuera así, y la diferencia no fuera de un año sino de cinco, no deja de ser un anuncio sorprendente. Representa una verdad extraña. Probablemente ninguno de los que estábamos allí murió antes que él.

De manera que tuvo razón. Y a pesar de los aspavientos, pese a las pifias de algunos de los espíritus en él reencarnados, una parte poliédrica de su actuación era "real".

En este campo de lo esotérico, parece como si las cosas fuesen así. Pasan de lo más alto a lo más bajo sin inmutarse. Pueden ser un día verdad y otro exageración o fantasía.

Como si al resultado final no le importara en absoluto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gustaria saber algo mas sobre este tema . ¿hay alguna posibilidad de q me explique algo mas?