martes, 31 de mayo de 2011
HOSTIAS EN PERFECTO CATALÁN
El pensamiento nacionalista tiene un gran sustrato milenarista. Si todos fuésemos, si todos hablásemos, si todos pensásemos, si nosotros frente a los otros, todo sería perfecto. El milenio.
Desgraciadamente, la realidad se encarga de desmontar los mitos.
Pregunta. ¿SON MEJORES LAS HOSTIAS DELS MOSSOS SI ESTÁN EN PERFECTO CATALÁN QUE LAS HOSTIAS CHARNEGAS Y CENTRALISTAS DE OTROS CUERPOS?
Es decir, ¿garantiza algo el envoltorio si el contenido sigue siendo el de siempre?
Te dan con la porra. "Fill de puta!". Y dices: "Gràcies company, quina diferència! Això està molt millor".
La foto pertenece a una página muy interesante:
http://www.arqueologiadelpuntdevista.org/
lunes, 30 de mayo de 2011
IBIZA BLUES
Barcelona gris de 1973, dura, hostil. Iba en un autobús en un día de frío. Y en la ventanilla, empañada, con fondo de vaho y humedad, alguien había escrito con el dedo: "Ibiza".
Hay lugares por los que te dejarías morir. No sabes por qué. Son como esas historias de amor que te arrastran como una catarata. Grabadas a fuego en el corazón y la memoria. Cuando desembarqué del "Ciudad de Barcelona" aquel mismo año, Ibiza parecía un mundo distinto. La luz, la gente, el olor a pachulí, una extraña sensualidad de lo simple.
Me dije: "Yo quiero vivir aquí". Y en cierto modo, nunca dejaría de pertenecer a la isla.
Desde aquel momento hasta hoy, he llevado a Ibiza en el corazón. He ido siempre que he podido pero no como un turista ni un "usuario", sino como un enamorado. Paseo por los mismos lugares, sigo mis pequeños rituales, aspiro el cielo ancho de la escollera, recuerdo los lugares que conocí hace ya ahora muchos años. Siguen ahí, me alimentan. Como el motor desconocido de los sueños.
He sentido auténtico horror al ver la corona de fuego que devoraba la sierra de Morna. El humo, el paisaje quemado.
Ibiza ha sido noticia por unos días. Luego, pasará a segundo tercer o cuarto plano. La gente se olvidará de la desolación.
Pero quedarán los montes calcinados, yermos, las estacas negras de lo que fueron árboles.
La tierra cura, pero a veces duele.
"SE DICEN TACOS" EN EL CLUB DIARIO DE MALLORCA
jueves, 26 de mayo de 2011
martes, 24 de mayo de 2011
LA INTELIGENCIA COMO FACTOR DE CAMBIO
Uno de los soplos de aire puro que nos llegan con la rebelión de los Indignados es, por fin, la reivindicación de la inteligencia. La gente se envía vídeos de José Luis Sampedro, de Eduardo Galeano, de Stephane Hessel, de Arcadi Oliveres. Gente que lleva años luchando por sus ideas y hasta ahora eran arrincados en el cajón de lo "no comercial".
Televisiones programadas para estupidizar a los espectadores, medios de comunicación y diarios mentirosos y manipuladores, espectáculos alineantes. Todo programado para hacer del ciudadano una máquina de consumo, preferentemente asustada, paranoica, dependiente. Que no reflexione ni cuestione.
"Lee más" decía un cartel de la Puerta del Sol. Y es que sin inteligencia no hay auténtica democracia.
Foto:
E. Galeano.
lunes, 23 de mayo de 2011
UNA LECTURA DE LAS ELECCIONES
Uno preferiría escribir de otras cosas. Pero al fin y al cabo todos somos hijos de nuestro tiempo. Y la cuestión candente, sobre la que hay que reflexionar, es el resultado de las elecciones de ayer.
El que esto escribe no cree en las etiquetas "derecha" o "izquierda" y mucho menos últimamente. Está claro que existe una tendencia más hacia lo social, lo participativo, frente a otra que busca lo privado y prima el interés económico. Pero se puede ser de derechas en unas cosas y de izquierdas en otras. Porque no dejan de ser conceptos ya obsoletos. Yo diría que incluso contraproducentes.
Como observador, me asombra lo tonta y prepotente que ha sido la izquierda en nuestros lares. Sistemáticamente ha ignorado a lo que eran sus votantes por naturaleza, el movimiento ciudadano, los ecologistas, la revuelta juvenil. Y ha hecho políticas cobardes, muchas de ellas conservadoras por llamarlas de manera suave.
El paripé de los actos electorales, los candidatos sonrientes en los carteles, el falso triunfalismo, sonaba a antiguo, casposo, patético. Cuando la verdadera política se estaba haciendo en la Plaça Islàndia o la Puerta del Sol.
La izquierda se ha equivocado en los objetivos, en los modos, y ha sido incapaz de calibrar lo que se le venía encima. Para colmo, su única táctica electoral era "que viene el lobo". Muchos votantes suyos la han abandonado, con ganas de que saliese ya del escenario y dejase de dar grima.
Vuelve por lo tanto una fuerza conservadora, que apenas se ha lavado la cara después de los escándalos de corrupción. Y que con un "tour de passe-passe", como los magos con su chistera, predica que todo va a ser mucho mejor a partir de ahora. Cuando basta con mirar las hemerotecas para darse cuenta de lo que ha sucedido en todas las legislaturas en que gobernaron, que por cierto fueron muchas.
La lectura de este servidor es que el sistema está acabado. Ya no representa el verdadero debate político ni el futuro del país. Urgen las listas abiertas y la desaparición de la burocracia partidista, esa que ha estado colocando ineptos en puestos de responsabilidad por mera "cuota de partido". Sean de derechas o de izquierdas.
Mi lectura como ciudadano es que unos y otros se esfuercen en sacar al país del atolladero. Dar salida a los jóvenes, cubrir a los desprotegidos y jubilados. Que la nueva postura política no sea defender un color, sino colaborar para lograr cosas reales, necesarias, inmediatas.
Pero me temo que ni esta "derecha" ni esta "izquierda" de hoy serán capaces de hacerlo.
Urge una renovación a fondo. Wipp Expreeeeeés.
domingo, 22 de mayo de 2011
UNA LECTURA DE LA ACAMPADA INDIGNADA
El verdadero periodismo hace la historia. El periodismo malo se ocupa de las anécdotas que no trascenderán.
Hace tiempo que los pensadores de verdad, los periodistas que hacen periodismo y no basurilla comercial, sabían que algo estaba pasando. Izquierda, sindicatos, el propio Zapatero, partidos e instituciones de todo pelo estaban encantados con el ultraliberalismo mientras todos ganaban pasta, ataban a los perros con longanizas y se prometían un crecimiento sin freno. Nihil obstat. Sólo los lúcidos decían: "¡Peligro, esto va a petar!".
Ha coincidido la quiebra de un nuevo orden mundial basado en la especulación desenfrenada, el dinero como único valor, el ultraliberalismo económico, con el desgaste y envejecimiento del régimen democrático español instaurado en la Transición. Ambos han hecho crisis.
La gente ha ido aguantando, pero las contradicciones exageradas, el nuevo "lumpen" juvenil condenado a trabajos basura y a compartir piso, el cinismo de los bancos, la desvergüenza de los grandes partidos aupando a corruptos, todo ha sido demasiado para el sentido común.
La Acampada indignada es un grito de atención, un respingo de la historia. Tal vez por sí sola no cambie nada. Pero revela que en los subterráneos, en la sala de máquinas de la historia, las cosas ya no son igual.
Ahora son los políticos, la gente con influencia, quienes tienen que ayudar a que ese cambio tan reclamado y obvio se encauce y se desarrolle. Sin más mentiras. Sin el periodismo malo que habla de cosas estúpidas cuando se deciden asuntos tan trascendentales.
(Foto: Pedro Armestre).
sábado, 21 de mayo de 2011
EL VALOR DE LOS SUEÑOS
El ultracapitalismo financierista de estos tiempos ha olvidado una cosa. El valor real de los sueños. La vida no se reduce a cambiar de coche, a tener un empleo estable, a irse de vacaciones a la Ribera Maya, a disfrutar del último “gadget” tecnológico, a sentirse jugador de fútbol.
No.
La condición humana lleva dentro verdaderos sueños. La solidaridad, la justicia, la paz, el respeto, la unión con la naturaleza.
Banqueros, políticos, multinacionales, superejecutivos, especuladores. ¿Qué saben de los sueños reales? Creían que con hipotecas, contratos laborales, paripés partidistas, mentiras mediáticas, fútbol y demás drogas, se logra la satisfacción. La anestesia moral.
No.
Lo que ocurre en la calle es la mejor demostración de que los sueños están en otra parte.
viernes, 20 de mayo de 2011
TOCANDO EN EL ACAMPAPALMA
martes, 17 de mayo de 2011
BARCOS HUNDIDOS
Muchos han subrayado las analogías simbólicas entre el viaje por mar y el destino. Quizás no haya representación más ajustada de la personalidad humana que los barcos. Tienen su personalidad, su origen, su final. Y navegan sobre la incertidumbre permanente del qué pasará.
Por eso mismo, no hay nada tan dramático y destinencial que el hundimiento de un barco. Un suceso de enorme carga simbólica, que mueve las cortinas más profundas del alma. Recuerdo, por ejemplo, la experiencia de haber contemplado el final del "Menorca". Era una embarcación que a finales de los 80 estuvo mucho tiempo abarloada a dos viejos mercantes, en el Dic de l'Oest. El "Menorca", con la obra muerta pintada de blanco y azul, se fue degradando. Algunos indigentes subían a refugiarse en él.
Una noche, el barco se incendió. Recuerdo la agitación, los bomberos, el olor a plástico quemado. Pero sobre todo el momento en que, como una ballena herida de muerte, se dio la vuelta. Dejó su panza oscura al aire, y comenzó a hundirse. Con un rasgamiento sonoro, una lentitud operística. Producía una emoción difícil de explicar. Allí quedaría para siempre, y creo que sobre sus restos se construyó una de las nuevas plataformas del dique.
Otra imagen que me quedó grabada fue la del 11 de julio del 2007. Estaba en Es Castell, comiendo con unos amigos. Y vimos pasar a muy poca distancia el casco amarillo del "Don Pedro". Ninguno de nosotros podía imaginar que era su último viaje. Al salir del puerto de Eivissa, chocaría y se iría a pique.
Los pecios, los barcos desaparecidos, dejan un rastro espectral de recuerdos y leyenda. Por eso, sus últimos momentos tienen incluso en los barcos más viejos y cascajos, una grandeza de tragedia. Un destino universal.
domingo, 15 de mayo de 2011
HISTORIA OSCURA
Sobre la cama tengo colgado un viejo cuadro. No es demasiado bueno, pero muestra una combinación de colores agradable. Representa un bosque, con un riachuelo, y al fondo una casa de campo. Los verdes, las luces, transmiten una sensación de serenidad. Pero si cuelga allí no es por sus méritos artísticos. En realidad, lo rescaté de un armario, porque es uno de esos cuadros que te acompañan desde la más remota infancia.
Lo recuerdo en el recibidor de la casa paterna. Cuando era muy pequeño ya me llamaba la atención aquella casita del bosque. Luego, no sé por qué, resultó desplazado. Y pasó a un rincón del pasillo, donde apenas se le podía ver. Más tarde ya no recuerdo nada de él hasta que, después de morir mi padre, apareció guardado. Y me lo llevé al piso que entonces tenía en Barcelona. Allí tampoco es que ocupara un lugar de honor. Estaba encima de la tabla de la plancha. Me gustaba mirarlo mientras intentaba quitar las arrugas de las camisas.
Hoy, por depositario de tantos recuerdos, por fin ha conseguido un lugar de honor. En la cabecera de los sueños.
La historia de este humilde cuadro me ha hecho pensar en la historia oscura, no escrita, de tantas y tantas cosas. Si una pintura como esa ya tiene su trayectoria y guarda muchos recuerdos, qué no ha de conservar por ejemplo un relieve de la Seu, un retrato del siglo XVIII, un mueblo estilo imperio.
Pasamos delante de esos objetos llenos de rostros, voces, presencias, historias ya desaparecidas, y lo hacemos con indiferencia. Sin pensar que a lo mejor un “botifler” empelucado ya lo admiraba en silencio hace doscientos años. O una mujer de luto suspiraba frente a él. Y en todo ese tiempo, lo que habrá visto, los recuerdos que guardará en su memoria invisible.
Naturalmente que nunca podremos hacer hablar a esos objetos históricos. Nos quedaremos con las ganas de saber cuál ha sido su vida, su experiencia. Pero algo sí que podemos hacer. Tratarlos con respeto, dar por supuesto su valor como testimonio, reconocer en ellos la huella de los que nos precedieron. Su historia oscura.
sábado, 14 de mayo de 2011
CANTANDO CON TOM TROVADOR
domingo, 8 de mayo de 2011
CRIOGENIZADOS
Si un contemporáneo de la época de la transición hubiese sido criogenizado, congelado, con sus funciones vitales suspendidas durante todo este tiempo, y ahora despertase: ¿qué sentiría? Se asombraría de muchos cambios sociales. No podría entender el imperio de los ordenadores o internet. No reconocería el mundo que dejó atrás... Salvo en una cosa. El lenguaje electoral.
Si hay algo que no ha evolucionado desde hace años es el encefalograma electoralista.
Nuestro criogenizado hubiese asistido tranquilamente al mitin de Alfonso Guerra, con sus rancios silogismos, y se hubiese encontrado como en su casa. Leería los titulares de los mítines y creería estar en 1979. El mundo ha cambiado muchísimo. Pero la dialéctica política es exactamente la misma. Para el hombre de la transición, el futuro político sería un regreso al pasado.
Los modernos medios de comunicación, sobre todo internet, han supuesto una revolución tan importante como la francesa de 1789. Y lo estamos comprobando cada día en Siria, Túnez, Egipto, China... ¿Y por qué? Porque suministran al ciudadano un volumen de información impensable en otros tiempos, incensurable, inabarcable.
Ese factor está originando una nueva mentalidad. La gente contrasta, reflexiona, se da cuenta de las leyes que rigen la realidad. Antes era imposible alcanzar esos niveles. Todo era mucho más polichinesco y simplón, blanco o negro, buenos y malos. Cualquier doctrina podía explicar el porqué de las cosas gracias a la ignorancia generalizada. Ahora, hasta los documentales de animales nos enseñan lo relativo que es todo.
Germina lentamente una manera diferente de ver las cosas, en la ciencia, el arte, la psicología, la enseñanza... Pero no en la política. Allí sigue el polichineo más charlotesco. Las simplificaciones más burdas. Las etiquetas. Los eslóganes baratos.
Asombra, por ejemplo, que en un contexto de cambio de modelo mundial como el actual, todavía haya quien postule que una simple sustitución del partido en el poder solucionará la crisis. O esas patéticas promesas de intenciones de quienes ya llevan cuatro años gobernando, como si no hubiesen demostrado sobradamente lo que son capaces de hacer... o no hacer.
La época de los mitines de tortilla de patatas y autocar, de las intenciones gritadas y no razonadas, de los trazos gruesos sin conocimiento histórico resulta inoperante. Como lo demuestra la desafección del electorado, el grado de escasa participación ciudadana en la partidocracia, el índice de abstención.
La gran revolución pendiente, la conquista real del futuro, se producirá cuando el mensaje político esté matizado, sea realista, inteligente, modesto, relativista, práctico, entendible, coherente.
Los miembros de nuestra clase política están todavía muy lejos de ese desiderátum. Como si los hubiesen criogenizado mentalmente.
lunes, 2 de mayo de 2011
VOCES DEL SILENCIO
Todos hemos oído hablar de las psicofonías. Y nos parecen un fenómeno muy remoto y enigmático. Sin embargo, hay otra experiencia que está al alcance de todo el mundo, muy parecida, aunque probablemente no tan sobrenaturalizante. Las voces del silencio.
Se produce cuando estamos en una casa que tiene la particularidad de un completo silencio. En el casco antiguo, por ejemplo, hay momentos en que la vida parece detenerse. Todo adquiere una sigilosidad casi gatuna. La ausencia de ruidos es tan grande que hasta puedes escuchar, a cada cuarto, el reloj de pesas de una casa lejana. Como si estuviese aquí mismo.
Cuando tiene lugar ese vacío de sonidos, ese abismo sónico, no por eso dejamos de escuchar. Lo que ocurre es que aparecen entonces ruidos y percepciones extrañas, muy repetidas. Se hace el silencio total, y cuando empiezas a acostumbrarte a él puedes distinguir muy levemente, muy flojito, el murmullo de unas voces.
Es curioso porque estés dónde estés, las voces siempre parecen las mismas. Resultan casi ininteligibles, y dirías que corresponden a una mujer o un niño y un hombre. Hablan pausadamente, en un idioma que no llegas a percibir. Su tono es monocorde, indiferente, igual que si estuviesen hablando así desde la eternidad.
Junto a ellas también sueles distinguir el ruido suave de una especie de motor. Un retumbe muy leve, como si hubiese un coche al ralentí en cualquier esquina lejana.
Uno se pregunta si es que ese tipo de sonidos del silencio vienen contigo. Es decir, si se trata de una sensación propia de tu audición. Como un defecto de fábrica. O bien es que tú interpretas los más mínimos murmullos bajo clave humana, y por eso los ecos más nimios te producen esa sensación. O si, finalmente, es que realmente existen. Y sólo en los momentos de silencio cósmico, cuando nada altera tus sentidos, resultan perceptibles.
A veces crees que son tus propios recuerdos. Que cuando la vida se detiene y tu conciencia apaga la luz, siguen evocando las cosas que te ocurrieron en el pasado.
PD- Dos días después de leer este artículo encuentra formulado este efecto en el libro "Literatura y principio del placer" de D. Wellershoff, donde lo define como el "Canto de las sirenas".
Sincronicidad.
domingo, 1 de mayo de 2011
EL FALSO HERÁCLITO RESULTA TAN VERDADERO...
Este fragmento apócrifo del gran Heráclito de Éfeso debería grabarse a fuego en los umbrales dedicados a las audiencias, los "shares", los best-sellers, y demás éxitos comerciales de la "cultura de masas":
"¿Por qué quereis arrastrarme a todas partes, ignorantes?
Yo no he escrito para vosotros, sino para quien pueda comprenderme.
Para mí, uno vale por cien mil, y nada la multitud".
REVEILLON (1969)
Es curioso como ciertos recuerdos desaparecen mucho tiempo, para luego comparecer súbitamente. Como hacen los gatos. Miraba unos papeles y cayó al suelo una libreta. Eran mis notas de los 18 años. Dibujos, escritos, anotaciones de lectura. Y entre ellos un poema que reconocí al instante.
Lo recuerdo tan vívidamente. Era el fin de año de 1968. Mis padres acababan de salir para ir a un reveillón, y yo estaba en el cuarto de atrás, mientras mis hermanos dormían. La casa estaba vacía, se escuchaban a lo lejos los cohetes. Era la época en que estaba muy influido por Valle Inclán, y me puse a escribir como él. Un poema crudo, de prosa zumbona, irónico. Y salió este "reveillón".
Hoy, cubriendo tan largo salto de tiempo, me crea un extraño sentimiento.
Reveillon (1969) by cgarridotorres