miércoles, 6 de julio de 2011

CUANDO EL PODER SE VA A LA PORRA



Las imágenes de cargas policiales siempre tienen un alto contenido revulsivo. Sobre todo cuando la acción represiva se vale de un recurso que solemos tener por moral para algo mucho más práctico.

Es decir, una cosa es emplear la porra contra alguien que ha estado cometiendo acciones delictivas o violentas. Y la otra simplemente para despejar una plaza.

Todos hemos pasado por la Plaça Espanya y hemos visto la concentración humana que allí se ha reunido. Hemos visto las fotos de la carga. Y creo que nadie en su sano juicio puede pensar que los allí reunidos tuvieran el menor grado de peligrosidad. Puede que mediase la acción puntual de algún provocador, pero eso no debería justificar el empleo masivo de métodos tan contundentes.

Cuando el autocalificado poder ha de recurrir a la porra, contra ciudadanos que sólo protestan y que no adoptan actitudes violentas, es que el poder se está escindiendo ética y funcionalmente. Es que el poder se va a la porra.


(Foto: Diario de Mallorca)

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mis 29 nunca pensé que tendría que correr delante de un policía por pedir que mejore la situación del país. Seguiré trabajando por un futuro mejor, pero espero no tener que volver a correr para salvarme del gris pasado.