martes, 20 de diciembre de 2011
MERCANTES EN LA MAR
Es curioso como según qué antecedentes o querencias ocultas te inclinan hacia una cosa o la otra. Sin saber por qué, siempre me ha gustado la mar. Pero nunca he tenido la vocación de pescador, de navegante de "barqueta", ni de yatista o navegante deportivo. No.
Lo que me ha tirado es la navegación mercante. Los grandes buques solitarios en el horizonte. Y he pasado momentos magníficos a bordo de los ferrys de la Trasmediterránea. Que han sido siempre como mi segunda casa.
A veces pienso que tal vez fue por influencia de mi tío Nicasio. Fue capitán de petroleros durante la II Guerra Mundial y siguió ejerciendo hasta pasar a ocupar el cargo de práctico de Valencia. Sólo tengo un lejano recuerdo de haberlo visitado a bordo de los barcos que mandaba.
Pero quién sabe, quizás bastó aquella lejana memoria para impulsar toda una afinidad lectiva hacia los mercantes en la mar. Hay sensaciones germinales que, aunque ocultas, te pueden condicionar toda la vida.
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