miércoles, 23 de diciembre de 2009

POR UNAS NAVIDADES SOLIDARIAS



Será por la edad, será por historia personal, pero las navidades me resultan cada vez más insoportables. Sobre todo el sonsonete hipócrita de "paz y felicidad" cuando en el fondo se trata de consumir y dar beneficios a grandes multinacionales.

Pero si hay que rescatar algo de ese espíritu, siempre existe una buena oportunidad. Por eso recomiendo a todos los amigos que colaboren un poco con Zaqueo. La asociación totalmente privada que hace lo que puede ante la avalancha de gente que se ha quedado sin recursos y sin casa.

Los conozco hace mucho tiempo y les tengo un gran respeto. Aquí he colgado el reportaje de enero de 2005 donde contaba una cualquiera de sus noches.

Esta es su web.
http://www.zaqueo.org/


Esta es su cuenta corriente:

2051/0124/80/1038698755

Si de verdad se siente el espíritu de navidad, cualquier contribución es muy valiosa.

http://www.diariodemallorca.es/palma/2009/12/23/sociedad-consumo-creado-tormento-pobres-llamado-navidad/532318.html



lunes, 21 de diciembre de 2009

PIANO DE AGUA




Los días de lluvia te ofrecen pequeñas sorpresas. Músicas caprichosas que suenan para que nadie las escuche.

jueves, 17 de diciembre de 2009

LA ENFERMEDAD DEL CESAR




Como periodista, he seguido la vida y la obra de cuatro presidentes de Gobierno. Y a estas alturas he sacado una conclusión clara: existe una "enfermedad del César". Cuando empezó, Adolfo Suarez era un político algo caótico. A trancas y barrancas, con mejor o peor fortuna pero valientemente, fue sacando las cosas hacia adelante. Sin embargo, su carrera dio un vuelco en la última fase. Se convirtió en el "prisionero de La Moncloa", convirtió sus virtudes en tics, se despegó de la realidad y dejó el país al borde del golpe de Estado. Eso sin citar su triste epílogo con el CDS.

Felipe González fue aclamado como"la gran esperanza blanca" al subir al poder. Su carisma era contagioso y se convirtió en una especie de personaje del imaginario popular. También durante su primera época era visto con simpatía, pese a su retórica y su forma un poco extraña de hacer las cosas. También le sobrevino el fatal cruce del Rubicón, la enfermedad del César. Y al final vivía abotargado, sumergido en su propio autodelirio de gran líder mundial, rodeado de pelotas, corruptos e incompetentes. Despreciando los problemas de la calle en favor de las "metaestrategias" mundiales. Entregó él solito el país a Aznar.

Incluso José María Aznar dio, en sus primeros tiempos, una imagen moderada. Parecía un gestor poco brillante pero eficaz, capaz de solucionar algunos temas con sensatez. Pero enloqueció antes que los otros. Se entregó a una paranoia ideológica sin límites, arrogante y endiosado. Despreciaba todo lo que ignoraba, por seguir un símil machadiano.

Y qué decir de Zapatero. Entró como un niño bueno. Enfrentó los principales problemas del país, parecía insuflar un aire nuevo. Pero se ha quedado en un papel de prestidigitador de feria, rodeado de ayudantes de fakir, prometiendo y sacando conejos de trapo de la chistera, deslumbrado por los oropeles internacionales, de espaldas a los problemas reales de la calle.

¿Qué les pasa? ¿Cuál es el secreto factor que desencadena la enfermedad del César? Tal vez esos viajes constantes, que deben de enloquecer a cualquiera. Quizás la convivencia con otros líderes internacionales, que les hace soñar en la pertenencia a una casta superior. O la corte de pelotas, adláteres y aprovechados que termina por rodearlos. O su separación del vivir de la calle, a la que confunden con los periódicos.

Sea lo que fuera, ese mal cesáreo es una innegable realidad.

martes, 15 de diciembre de 2009

EL SUEÑO ESTÁ EN EL SUEÑO




Me asombra que la ciencia actual sea capaz de proyectar realidades tan sutiles, de desfibrar la materia hasta niveles quánticos, y sin embargo no tenga en cuenta el sueño. Desde Freud y el comienzo del siglo XX se sabe del papel decisivo que juega el Inconsciente en todo. Sin embargo, es ignorado oficialmente. Los medios de comunicación colonizan nuestro inconsciente de la audiencia con imágenes tramposas, corruptoras. Impunemente.

Muchos esperan que el gran Cambio venga de la mano de cambios políticos, sociales o ecológicos. Uno, en su humildad, cree que no hay cambio posible sin que participe el estrato inconsciente. Al menos, sin reconocer que los sueños, los conflictos interiores y las proyecciones juegan un papel fundamental en la historia privada y también en la de los pueblos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

SOMOS SALVAJES ELECTRÓNICOS




¿Quién escribe cuando escribes? A veces te sorprendes, incluso te escandalizas, de cosas que han salido de tu mano. Como si una segunda o tercera personalidad hablara por ti cuando escribes. Y fuese capaz de saber muchas más cosas que tu yo habitual.

Releer cosas antiguas puede ser escalofriante. Recordaba este artículo que publiqué en el suplemento cultural de "Diario de Mallorca" el 3 de mayo de 1979. Y al leerlo me doy cuenta de que aquí está formulada muchos años "avant la lettre" la revolución de internet y las nuevas tecnologías. Está anunciada nuestra época de "salvajes electrónicos". ¿Cómo lo sabía?

A mí que no me pregunten. No tengo ni idea.

domingo, 6 de diciembre de 2009

"LA PAZ", LA PALMA DE 1975






He podido rescatar el texto de "La Paz", el relato que apareció en el libro "Grand Hotel" de 1988, junto con otras dos narraciones de José Carlos Llop y Eduardo Jordá. Muchas evocaciones de la Palma de 1975: el Miami, la Granja Royal, el Centro de la Guitarra. Con los ecos de la muerte de Franco y una mili por en medio.

La música de aquel momento, triste y llena al mismo tiempo de esperanza, era "Te recuerdo Amanda" del gran Víctor Jara. Es la banda sonora del relato.

Lo he subido con un dibujo de Juan Bonet que siempre reservé para esta historia. Un gato en el paisaje de tejados de la ciudad.

viernes, 4 de diciembre de 2009

SOLÉ TURA




De todos los profesores que tuve en los años en que estudié Derecho, recuerdo sobre todo a Jordi Solé Tura. Era un hombre afable, cercano y que hablaba muy bajito.

Se me quedó grabada la explicación que nos hizo de la guerra civil. Fue la incompetencia de la clase política republicana, incapaz de comprender el abismo explosivo entre las dos facciones más extremas: la derecha fascista y caciquil frente a la izquierda revolucionaria y armada, la que no supo prever ni evitar el conflicto. Es la famosa frase de Casares Quiroga: "Si ellos se levantan yo me voy a acostar".

Ahora que acaba de morir, sus palabras me parecen más clarividentes que nunca. Enfrentada a otros problemas y conflictos, tampoco la clase política actual calibra el peligro real de muchas situaciones.

jueves, 3 de diciembre de 2009

GOLEMITOS





El Golem es un antiguo mito judío. En Praga, el rabino Rabbi Judah Loew fue capaz de crear un hombre artificial a partir de arcilla. Como un monstruo de Frankstein. La palabra "Emet" en la frente le confería el soplo de vida. Si bien aquel monstruo fue creado con fines benéficos, terminó volviéndose violento y destructor. Hasta que el rabino le hubo de retirar el nombre sagrado de la frente y volvió a ser un montón de barro.

Pues bien, gran parte de la clase política actual es una especie de Golem creada por los medios de comunicación. Golemitos y golemitas.

Si uno repasa los "curriculum vitae" de gran parte de ellos no descubrirá nada de interés. Ni una vida profesional fructífera, ni especiales conocimientos, ni una brillante inteligencia discursiva. Nada. Sólo relojes caros, armarios llenos de ropa y mucha, mucha, mucha verborrea.

¿Por qué entonces los medios de comunicación se empeñan en convertirlos en personajes públicos? ¿Por qué les entrevistan constantemente si casi nunca tienen nada real que decir? ¿Por qué salen fotografiados una y otra vez, se les reportajea, se habla de su vida privada si no tiene ningún interés? No es extraño que confundan el hecho de presentarse a candidatos con "ser famosos" y no con servir a la comunidad.

Golemitos que sin la palabra "Emet", que en este caso debería de ser "Emite", no son nada. Mientras tanto otros personajes no políticos ni públicos que tienen mucho que decir, que explicar, no salen nunca en la prensa ni en la tele.

Como el rabino de Praga, los medios tienen parte de la responsabilidad de cuanto está ocurriendo. Por haber dado alas y credibilidad a personajes mediocres, artificiales, vacíos. Golemitos y golemitas de barro que se han creído importantes. Cuando son pacotilla de la historia.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

MERDE, HÉLAS!





Pensar que cuando leí el "polémico", "incendiario", "partidista", "incorrecto" pregón de l'Estendard se llevaron las manos a la cabeza muy escandalizados....

http://www.youtube.com/watch?v=BMU-wDJ5GPo

martes, 1 de diciembre de 2009

BURDON-PRICE





Desde los años 60 me ha fascinado la dinámica interna de los grupos musicales. La tensión y la cohesión que, como polos opuestos, hacen que un grupo tome fuerza, crezca. Y a veces, por la misma regla, se desintegre y desaparezca.

Uno de mis ejemplos parecidos son los primeros The Animals. La electridad creada entre dos personajes tan opuestos como Eric Burdon y Alan Price proporcionó un alma y una fuerza gigantescas a sus primeros temas. Hasta que la misma incompatibilidad entre ambos caracteres ocasionó la ruptura. Cada uno despotricó públicamente del otro. Burdon dijo: "Price es un imbécil. Se queda con los derechos de nuestras canciones". Price, por su parte, aseguraba: "Maldigo la hora en que conocí a ese hijo de puta".

Sin embargo, se volvieron a reunir dos veces más. En 1983, el grupo original hizo una gira, que resultó tormentosa. Acabó con una sensación unánime: "Ninguno quería ver más a los otros en toda su vida".

Pero lo interesante del tema es que, a pesar de esas rivalidades y malos rollos, mantenían un espíritu interno, un sentimiento común. Lo cuenta Zoot Money, que hizo de segundo teclista en la gira: "A pesar de las peleas, extrañamente existía un sentimiento de solidaridad en la banda original. Si te metías con uno de ellos actuaban como una manada de lobos. Si apoyabas a uno, los demás se volvían contra ti no contra él. Si intentabas intervenir ellos se unían como una piña".

Ese es el componente misterioso, oculto que hace tan fascinante el trabajo en grupo. Por más odioso que pueda llegar a ser.